lunes, 20 de agosto de 2012

Claves del Marketing Jurídico



1. Entender realmente el negocio, las necesidades de los clientes. Aumentar la interacción con estos.
 
2. Incorporar el marketing como una filosofía y una función de todo el personal (integración del marketing y los recursos humanos).

3. Entender que el prestigio y la promoción del estudio jurídico pasa por la de sus abogados y la de sus abogados por la del bufete.

4. Crear verdaderos equipos —profesionales con valores, visión de futuro y objetivos compartidos— e implicarlos en la consecución de la imagen de marca deseada.
 
5. Identificar el tipo de clientes deseados, definir una estrategia y basarla en la diferenciación. Cuando el marketing se basa en la imitación, deja de ser marketing.
 
6. Elaborar un plan de marketing consensuado. Un plan sencillo, pero no simple, para posicionar al despacho, las especialidades y los abogados.
 
7. Evitar competir en honorarios bajos. Competir añadiendo valor al cliente.
 
8. Transmitir, a través de los canales comunicativos adecuados, la personalidad del estudio y el conocimiento de sus abogados, la identidad de marca, para reforzar la reputación.

Abogado, miedo escénico a vender en persona.



7 Preguntas:

  1.        ¿El abogado es un vendedor?
  2.        ¿Cuándo debe venderse?
  3.        ¿Cómo lo aceptan los clientes, está bien visto?
  4.        ¿Cuesta dinero venderse bien?
  5.        ¿Qué acciones de venta debe ejercer el abogadode hoy en día?
  6.        ¿Es un tiempo no remunerado?
  7.        ¿Cómo recuperar estas horas no facturables?

7 Respuestas:

1.        Todo abogado en el ejercicio de su trabajo es el propio vendedor  de sus servicios profesionales. Sus actos hablan de él, sus resultados hablan de él, su tono de voz habla de él, su vestimenta habla de él, con quién va, habla de él, su lenguaje habla de él, sus gestos comunican, y todo ello “vende”. El abogado es un profesional con suerte: ¡él mismo ejerce la función de venta de sí mismo!
2.        Por tanto, siempre se está vendiendo, y debe ser consciente de ello. Además, incluso cuando no está con clientes, debe hacerlo. Pues nunca se sabe quién lo está observando, quién lo puede recomendar…. o no….El abogado debe utilizar todos los acontecimientos a su alcance, en su vida profesional, para venderse.
3.        Pongámonos en la piel de nuestros clientes, en su situación: como clientes querríamos saber con seguridad con quién tratamos nuestros temas y qué conocimientos tiene el profesional para ayudarnos en nuestros asuntos. Además, en el día a día, también los clientes de los abogados son vendedores, y no estoy hablando tan sólo de trabajo.Todos somos vendedores de nosotros mismos en cada relación de nuestra vida.Así que seguro que este modo de venderse del que estoy hablando aquí, seguro que incluso los clientes  lo aceptan.
4.       Entonces, tal y como decía antes, si cada movimiento, momento, expresión, acontecimiento, encuentro, nos vende, no hay transacción monetaria; “es gratis”. Para venderse bien hay que, simplemente, hacerlo bien. Por tanto, además de ser conscientes de que nos estamos vendiendo siempre, hay que reconocer que “debemos hacerlo”. Ese esfuerzo de mejorar debe estar integrado en nuestro comportamiento.  Y por supuesto,saber qué quiere comprar nuestro cliente: ¿lo hemos analizado? ¿No? Entonces sí que tenemos que invertir en ello. Es imprescindible conocerlo, al igual que es importantísimo saber “vendernos de forma diferente a como lo hace nuestros competidores. ¿A que queremos ser únicos ante los ojos de los demás? Pues hay que diferenciarse y posicionarse: hay que enfocar bien.
5.       Todas la acciones a poner en práctica siempre que se pueda:
  • Acudir a eventos organizados en el sector jurídico, para darse a conocer en persona. ¡Quién sabe quién nos puede recomendar!
  • Salir a la calle a captar clientes: seremos los mejores embajadores de nosotros mismos ante el cliente. Tener un buen plan de acción on-line (redes  sociales, blog, marketing de contenidos…) es muy importante, pero el face-to-face es, sin duda, el momento óptimo para ejercer la venta.
  • Apuntarse a networking: escoge la temática: puede ser un momento entre compañeros, entre otros colegiados, entre competencia, entre posibles clientes… Cada momento es distinto y la forma de venderse deberá de serlo. Hay que ser sincero  y honesto en las relaciones interpersonales, pero no lo explique todo en el primer contacto (y tal vez tampoco en el segundo o tercero…) ¿Tienes miedo escénico a que te vean en persona? Arréglalo de alguna manera: formación, coaching, asesoramiento externo… un sinfín de posibilidades.
6.       El tiempo dedicado a venderse es un tiempo que a corto plazo no se remunera directamente, claro. No lo podemos facturar  por horas a un proyecto concreto. Es un intangible comercial, en el que invertimos para captar más y mejores clientes. Cada vez más nos tenemos que acostumbrar a esta forma de trabajar. El estar bien preparados para vendernos y el hacerlo, sin nada a cambio inmediatamente, es el pan de cada día competitivo. Y quien no lo haga… pierde comba.
7.       Para recuperar esta inversión intangible comercial, debemos hacerlo bien, para así sacar a medio y largo plazo altas rentabilidades al esfuerzo realizado. Si nos vendemos bien, y lo hacemos mejor que la competencia, tendremos:
  • Más clientes
  • Más facturación
  • Más recomendadores que hablan bien de nosotros
  • Mejores casos, más atractivos
  • Más continuidad laboral
  • Mejores momentos personales y profesionales
  • Menos estrés
  • ¿Se te ocurren más ventajas?

martes, 29 de mayo de 2012

El valor del profesional en Marketing Jurídico




Según un estudio de LexisNexis, un 94% de las 200 principales firmas de abogados en Estados Unidos, van a utilizar este año, herramientas de marketing en sus despachos como las que veremos en el próximo post. Pero eso ya vendrá. Vamos a hablar de ese 95% de los despachos que nombrábamos con anterioridad.

La ventaja que tienen los despachos pequeños y medianos es que son más flexibles, de modo que, si no pueden soportar la inversión de crear un departamento de marketing, y carecen de dicha formación, pueden externalizar estas funciones a una empresa especializada en marketing jurídico.

El trabajo, fundamentalmente, se inicia en una primera  fase de nálisis y diagnóstico para saber en qué punto se encuentra el despacho, y dónde se suelen descubrir ventajas competitivas. Comprobar que la misión, visión, valores y objetivos existan y sean los adecuados y coherentes, es esencial. Ese paso previo fundamental requiere profundas y meditadas reflexiones, donde el profesional del marketing jurídico, con sus preguntas, encuestas y estudios debe ayudar a ver, con su visión más externa, lo que desde dentro, los miembros del despacho no logran ver. Es un valor fundamental para el diseño del plan estratégico, el cual debe poner el foco, en un nicho de mercado muy específico y trabajar para conseguir ser un despacho preferente en su especialidad.

Haciendo un símil con el mundo del deporte, el profesional de marketing jurídico debe hacer como ese técnico, que está en la banda, con una visión más global, conocedor de la competición, que sabe qué estrategia aplicar en cada jugada a balón parado y en cada partido. De este modo, cuando el equipo tiene una identidad de juego y sabe a lo que juega, va ganando, escalando puestos en la tabla y aumentando su reputación. Eso no se consigue de un día para otro. Los grandes resultados, llegan a medio o largo plazo, tanto en la vida real, en el deporte como en los despachos.

¿Deben tener todos los miembros del equipo unos mismos objetivos comunes?

Rotundamente, SÍ. Pongamos el ejemplo de un caso real. Se trata de un despacho cuya visión era: ‘Ser líderes en el  mercado que competimos y trabajamos apostando  por la excelencia absoluta en todos nuestros servicios'. Después del análisis interno, se diagnosticó que uno de los miembros del despacho, no estaba preparado para una exigencia más alta que la que se requería y su tendencia en sus últimos años, era a evitar la presión laboral. Los demás sí estaban dispuestos a intensificar sus niveles de autoexigencia para llegar a la excelencia. Ahí se descubrió un serio problema. Los ganadores toman el control asumiendo la responsabilidad. Si un despacho, quiere mantener una cultura exigente con altos estándares, debe ser intolerante con este tipo de profesionales que trabajan bien, pero no asumen la responsabilidad de ser excelentes. Además, deben tener valores subyacentes compartidos.
Por estos motivos, esos primeros pensamientos estratégicos son fundamentales y son los que, probablemente, requieran más estudio y una visión más externa que la que se puede apreciar desde el seno del despacho. El beneficio para el despacho es una buena base de diferenciación competitiva y unos buenos cimientos empresariales que facilitarán un crecimiento duradero.

Fuente: The Economist

jueves, 3 de mayo de 2012

El Marketing Jurídico y sus Grandes Obstáculos




Poco a poco el marketing jurídico está cobrando fuerza y volviéndose cada vez más necesario para la actuación de los despachos de abogados. Sin embargo, no ha sido fácil convertir esta práctica en una constante, pues todavía se encuentra con grandes obstáculos que impiden el desarrollo de un marketing jurídico que tiene entre sus objetivos, mejorar la relación de los abogados con sus clientes y buscar nuevas oportunidades de negocio.
 


Si nos situamos en la realidad de la gran mayoría de los despachos en España, podemos darnos cuenta de que están encasillados en una mentalidad en la que un despacho existe en sí mismo y, peor aún, subsiste por sí mismo, porque cubre necesidades muy específicas y necesarias que "siempre" le traerán clientes y beneficios. Es ahí donde encontramos el principal obstáculo para el marketing jurídico: luchar contra la mentalidad inflexible de algunos abogados que, en lugar de ver al marketing como una estrategia de crecimiento y posicionamiento, lo encuentran como un gasto, algo innecesario y que no traerá ningún tipo de beneficio.

Es por desgracia está mentalidad la que no permite un crecimiento del mercado de manera constante; mientras algunos despachos de abogados están dándose cuenta de la gran necesidad de trabajar como una empresa, delimitando sus servicios y, con esto, el mercado, nos encontramos con despachos que no quieren dar ese salto y se quedan estancados, deteniendo poco a poco el crecimiento del sector.

Otro de los grandes obstáculos a los que el marketing jurídico se enfrenta, es la creencia de que hacer comunicación es hacer marketing; pensar que mantener una comunicación a nivel gráfico o por Internet, con sus clientes o posibles clientes, es hacer estrategias de marketing, es un grave error. La comunicación es sólo una herramienta que el marketing utiliza para transmitir un cúmulo de estrategias que, previamente, debieron de realizarse con un determinado número de objetivos y un plan de acción para seguirlos; es entonces la comunicación el instrumento idóneo para mantener informados a nuestros clientes y colaboradores. Es por ello que en muchas ocasiones se establecen presupuestos de comunicación y por desgracia no tienen los resultados deseados: al no haber una base sólida del por qué y para qué de la comunicación, es casi seguro que si no fracasa no se tendrá la rentabilidad que se hubiera alcanzado de haber planeado una buena estrategia y haberla comunicado correctamente.

Un factor externo, pero no menos  importante, es el mercado. Estamos ante un mercado que poco a poco está cambiando la manera de ver al despacho de abogados; estamos intentado que sea visto como una empresa prestadora de servicios, que puede utilizar todas las herramientas que cualquier empresa de servicios está acostumbrada a utilizar, sin ser juzgada o desacreditada por falta de calidad. Sin embargo hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones se tiene que romper con la visión de "mis abogados para toda la vida", esto es válido cuando el servicio que se recibe es de calidad y de acuerdo con el precio (otra herramienta de marketing) que está pagando por él. Pero qué pasa cuando cada vez más los despachos dejan de ser generalistas para empezar a especializarse. No quiere decir que debe dejar a su abogado de siempre, simplemente que el mercado debe estar abierto a toda posibilidad de cambio, ser flexible, cuando el servicio que puede obtener es más especializado y con mejores resultados. Esto es un gran y arduo proceso de información y formación del mercado, que es sólo tarea del marketing jurídico y los actores del mismo, los bufetes de abogados.

La mala aplicación de estrategias de marketing en algunos de los bufetes de abogados, es otro de los grandes obstáculos a los que el marketing jurídico se enfrenta. Caso sencillo de citar es el establecer tarifas, pues al existir una gran competencia  en el mercado y una necesidad latente de captación, los bufetes de abogados entran en algunas ocasiones en una guerra de precios, que lo único que está haciendo es devaluar la profesión y el servicio; si aunado a esto decimos que esto es lo que se comunica al mercado, entramos en una gran disyuntiva: hasta dónde se distorsiona la utilización del marketing jurídico, y esto por desgracia puede resultar perjudicial, no solo para la competencia que se gesta entre despachos de abogados, sino también para los clientes que están expuestos sin desearlo, a este tipo de estrategias. Es por ello que la tarea del marketing jurídico es determinar qué tipo de bufete queremos tener, qué tipo de mercado queremos abordar y cuáles son las estrategias que queremos aplicar.

En conclusión podemos decir que el marketing jurídico está en una etapa emergente, no por que sea algo nuevo, porque marketing en los despachos de abogados siempre ha existido, sino porque se está reconociendo como tal, se están estableciendo parámetros  para poder visualizarlo como una estrategia con la aplicación de herramientas que beneficien a los despachos de abogados.Es necesario por ello SER FLEXIBLES ante los cambios que el mercado ofrece, dar ese salto para la optimación de los recursos y facilitar el trabajo ante las necesidades más específicas que nuestros clientes van descubriendo.

Fuente: legaltoday

lunes, 30 de abril de 2012

El Nuevo Modelo de Despacho Profesional


El Nuevo Modelo de Despacho Profesional - 

Vistos desde fuera, la mayoría de despachos profesionales son “unidades de producción, de impulso de casos o proyectos”. Carentes de una estrategia de marketing y comunicación dirigida a la atracción de clientes, esperan que les lleguen los asuntos o proyectos. Se centran en el corto plazo, en las tareas, en la producción del servicio.
El mencionado paradigma de trabajo responde al pasado, cuando la demanda superaba a la oferta, cuando “el rey” era el profesional. Ahora, y en el futuro, “el rey” es y será el cliente.

Es sintomático observar como los despachos suelen tener una “orientación hacia nosotros”, hacia la producción del servicio, en lugar de una “orientación hacia el cliente”, es decir, centrada en prever y entender mejor que el resto de despachos las necesidades de los clientes, para poder prestarles un servicio excelente. Un ejemplo de ello es que el pronombre personal “nosotros” es una de las palabras más recurrentes en las páginas web de los despachos. En las web de una minoría de despachos, sin embargo, es más frecuente el pronombre “usted”, reflejo de que el despacho tiene, probablemente, una “orientación hacia el mercado y hacia el cliente”.

Todos sabemos que la habilidad humana más importante es la comunicación. Si coincidimos en que la comunicación es básica en cualquier organización, es adecuado que los despachos profesionales se estructuren u organicen a su alrededor.

En un contexto de mercados profesionales masificados y en el que no se perciben diferencias entre firmas, vamos hacia un modelo de despachos en el que éstos serán básicamente empresas de comunicación que prestarán servicios de arquitectura, servicios jurídicos, contables, fiscales, de asesoramiento inmobiliario, etc. Quien quiera hacerse un nombre en el mundo profesional, una marca poderosa, tiene ante sí el reto de crear un despacho centrado en la comunicación o bien de reinventarse para conseguirlo.

En un mercado profesional con exceso de oferta, el viejo modelo está caduco

La percepción hay que gestionarla profesionalmente.


jueves, 23 de febrero de 2012

El abogado y su relación con Internet



Internet es un nuevo canal de comunicación muy útil también para los abogados.

A través de la red se pueden obtener elementos indispensables para la labor profesional (consulta expedientes, búsqueda de leyes, doctrina o jurisprudencia), intercambiar información con los clientes actuales y potenciales.

Internet presenta hoy una oportunidad para el profesional, resultando una herramienta completa, útil por la multiplicidad de aportes, ágil porque el procedimiento de búsqueda virtual evita los tiempos y costos de movilización hacia la información y sobre todo, económica.

El incremento en el uso de las Redes Sociales ha coincidido con la disminución del uso de medios de información tradicionales como lo son la radio y la prensa.  En el mercadeo tradicional (prensa, anuncios en radio y televisión) la comunicación es en una sola vía; donde te presentan un producto y tu participación es pasiva.  A través de las Redes Sociales el mercadeo es uno interactivo o lo que se llama de dos vías.

Para entender mejor el potencial de clientes que podemos encontrar en las redes sociales presentamos los siguientes datos:

Facebook
  • 900 millones de usuarios
  • La mitad de los usuarios entra todos los días a la página
  • 70% de los usuarios están fuera de EEUU
  • Facebook viene en más de 70 lenguajes
  • 57% de sus usuarios tienen entre 20 y 39 años
  • Si Facebook fuera un país, sería el 3ero más poblado del mundo después de China e India (las proyecciones son que este año los superará)
  • En términos económicos Facebook ya supero las economías de la mayoría de los países del mundo.

Sobre todo debemos entender que internet y las redes sociales no solo son una herramienta muy útil a nuestro alcance o una tendencia, se trata mas bien de una realidad que debemos asumir y con la que tenemos que aprender a realizar nuestro trabajo diario en muchos sentidos. Los profesionales de esta generación o nuestros clientes más jóvenes ya crecieron con estas herramientas y para ellos no es una opción el que nosotros las manejemos o no para la mayoría de ellos si no estamos en las redes sociales simplemente no existimos.


viernes, 28 de octubre de 2011

Herramientas de Marketing: Desayunos y seminarios para clientes



El Marketing jurídico nos ofrece una gran variedad de herramientas para dar a conocer nuestro bufete, consolidar su imagen y captar nuevos clientes y fidelizar los que ya tenemos. Generalmente suele haber unas limitaciones económicas muy severas para realizar campañas o actividades como los grandes bufetes, pero con algo de imaginación y mucha voluntad se puede poner en marcha campañas con algunas herramientas muy concretas y no de uso exclusivo para los grandes de la profesión.

Una forma muy sutil de presentarnos y demostrar que sabemos de leyes es la organización de seminarios o desayunos para clientes futuros y actuales, donde se expone un tema concreto y de actualidad. Dependiendo de la inversión que queremos realizar podemos elegir una forma u otra. Desayunos son más cortos, no requieren de grandes infraestructuras y son más de contactos directos. Un seminario ya requiere de un marco más amplio y una presentación y contenidos más elaborados.

Para la organización de un desayuno nos preparamos un tema que sabemos es de actualidad para los clientes que tenemos. Una corta charla de introducción de 20 minutos debería valer para presentar la temática que luego a lo largo de una hora y media se puede profundizar con las preguntas de los invitados.

Para conseguir un público adecuado deberíamos conseguir que asistan clientes del despacho y deberíamos contactar e invitar a todos aquellos en nuestro entorno más próximo que les puede interesar el tema. Con una simple carta o un correo electrónico podemos dar a conocer el evento tanto a los posibles asistentes como a algunos medios de comunicación.

Sólo tenemos que tener en cuenta que elijamos un título que los clientes entiendan y que hagamos una exposición lo más fácil y resumida posible que deberíamos entregar también a los asistentes en un carpeta con nuestra tarjeta de visita y algún otro detalle con la imagen corporativa.

A todos aquellos que no han asistido a nuestro evento también les enviamos el material entregado, para que tengan constancia nuevamente de la celebración del desayuno o seminario. También podemos incluirles un breve resumen sobre el éxito de la reunión.

Y finalmente podemos enviar el resumen elaborado y nuestro material a los periódicos locales que seguramente tendrán interés si el tema del evento ha sido elegido con criterios de actualidad.

Todo lo nuevo es ponerse a empezar. Si el primer desayuno ha despertado el interés de 10 clientes, el siguiente ya captará algunos más. Además nos ayudará el boca a boca sobre la calidad del evento.

Y finalmente expondremos el evento en nuestra página web del bufete. Por un lado destacando la noticia de la celebración y por otro lado ofrecemos parte del material como reclamo de nuestra experiencia en la materia.

Fuente: forocomplutense